Las
lenguas cuentan con distintos procedimientos para formar palabras nuevas. Según
el mecanismo utilizado estas palabras pueden ser compuestas, derivadas, o
parasintéticas. Otros procedimientos de formación de palabras son la creación
de siglas y acrónimos; y acortamientos y abreviaturas.
La morfología léxica es
la parte de la gramática que estudia la estructura de las palabras y las pautas
que permiten construirlas o derivarlas de otras. Esta subdisciplina es llamada
también morfología derivativa,
entendiendo el concepto de derivación en un sentido amplio que incluye la
composición y la parasíntesis.
La composición:
rojiblanco, sordomudo, lavavajillas
Es
un procedimiento de formación de palabras que consiste en unir dos o más
palabras para formar una nueva. Por ejemplo, la palabra pelirrojo es una
palabra compuesta que consta de dos bases léxicas: pelo y rojo.
Formación
de las palabras compuestas
Las
palabras compuestas pueden formarse por la suma de:
verbo
+ sustantivo = sustantivo: lavaplatos, cuentagotas, guardabosques,
rompecabezas.
sustantivo
+ adjetivo = sustantivo: caradura, hierbabuena, nochebuena.
sustantivo
+ sustantivo = sustantivo: coliflor, telaraña, bocacalle, hojalata.
adjetivo
+ sustantivo = sustantivo: milhojas, ciempiés, malhumor, mediodía.
adjetivo
+ adjetivo = adjetivo: rojiblanco, claroscuro, hispanoamericano,
socioeconómico.
sustantivo
+ adjetivo = adjetivo: patizambo, caradura, cejijunto, cabizbajo, pelirrojo.
La derivación:
prefijación y sufijación
Es
un proceso morfológico de formación de palabras a partir de una palabra base a
la que se unen uno o varios afijos derivativos. Los afijos son morfemas (mínima unidad con significado) que
aparecen ligados a una base léxica y que por su posición respecto a la base se
clasifican en prefijos (se añaden a
la izquierda de la base), sufijos (a
la derecha) e infijos (en el
interior de la palabra). Estos últimos, a diferencia de los prefijos y los
sufijos, carecen de significado léxico, solo sirven de enlace y no forman
palabras nuevas (frialdad, en donde -al- es el infijo).
Los prefijos son
derivativos y no pueden cambiar la categoría de la palabra base; en cambio los sufijos pueden ser derivativos y
flexivos y sí pueden cambiar la categoría de la base.
Formación de las palabras derivadas
Los prefijos
pueden ser adjetivales, adverbiales y preposicionales. Los adjetivales aportan
un significado similar al de los adjetivos (semitransparente, minibar,
pseudoprofesional), dentro de los adverbiales se encuentran palabras como
entreabrir y prefigurar, mientras que subcutáneo y convivir contienen un
prefijo preposicional.
Los sufijos se
añaden a sustantivos, adjetivos y, en algunos casos, a adverbios y otras clases
de palabras para expresar tamaño (casita, camionazo) y, con mayor frecuencia,
toda una serie de valores predominantemente subjetivos y expresivos (mamaíta,
amorcito, papaíto).
La parasíntesis:
prefijación y sufijación simultáneas
Este
procedimiento mixto de formación de palabras puede darse por composición y
derivación simultáneas o por prefijación y sufijación simultáneas.
Ejemplos
de composición y derivación simultáneas son centrocampista (centro + campo +
-ista), sietemesino, quinceañero (quince + año + -ero).
El
procedimiento de prefijación y sufijación simultáneas sería el caso, por
ejemplo, de la palabra enrojecer en la que el prefijo en- y el sufijo -ecer se
unen a la base directamente.
Otros mecanismos de formación de
palabras: siglas, acrónimos, acortamientos y abreviaturas
Las siglas son
palabras formadas tomando las letras iniciales de un enunciado, un sintagma o
un título (DNI = Documento Nacional de Identidad). Los acrónimos se forman tomando no solo la letra inicial sino
varias, ya sean iniciales o no (RENFE = Red Nacional de Ferrocarriles
Españoles).
Los acortamientos
(profe, de profesor/a) y abreviaturas (cap., de capítulo) no son palabras
nuevas sino formas abreviadas de palabras existentes. Las abreviaturas se obtienen quitando algunas letras o sílabas de
la palabra original.
La morfología es
tradicionalmente definida como el estudio de la estructura interna de la
palabra. La morfología de hoy tiene un deber más complejo, que es el de dar al
hablante el conocimiento de las palabras de su propia lengua: si una palabra
está bien formada, si una palabra es posible, a qué categoría léxica pertenece
y cómo se puede combinar con prefijos y sufijos o con otras palabras.